Donato Montero, abuelo de Ernesto Montero, en la huerta de Aravaca donde solía trabajar. En esta ocasión le acompañana su nieto Tomasito y un estornino que domesticó y lleva en el hombro. «Tenía mucha afición por el campo y los pájaros y esa efición la hemos heredado sus nietos Enrique y Ernesto».