Era la procesión del Corpus Christi. Hacían una parada en el altar en la plaza del Altozano. Teresa está de espaldas. «Me he conocido por el traje que llevo y por la postura». El cura era don Alfonso del Castillo Revuelto. También estaba su cuñada Petra y sus amigas del colegio María Luisa, Eusebia y María. Estaban esperando a que el cura parara en el altar.