La abuela de María Teresa, conocida por todos como «la señora Adela» era una de las dos comadronas de Aravaca (la otra era Primitiva Arribas). En esta foto está haciendo punto en la entrada de su casa. «Mi abuela era muy guapa y tenía una corazón enorme. Se quedaba sin algo para dárselo a los demás. El día que se murió fue toda Aravaca al entierro», dice María Teresa. «Si vinieran todos los niños que han pasado por mis manos no cabrían en la iglesia», solía decir Adela siempre.