El padre de Antonia, «Pedro el sordo», y su madre Gregoria «la Romincha». Pedro trabajaba en el Hipódromo de la Zarzuela. Rellenaba los agujeros que hacían los caballos en la tierra y cosía las alfombras de esparto que había en la sala donde iba Franco «y la gente gorda». Su hija le llevaba allí la comida. Le gustaba mucho jugar a las cartas en el bar de Barrendero, que ahora se llama «Vino Tinto».