En este lugar, antigua Casa de Capellanes, FRAY TOMÁS LUIS DE VICTORIA habitó y compuso música sacra hacia 1596 y hasta su muerte en 1611
El extraordinario polifonista Tomás Luis de Victoria está unido a la historia de Madrid desde que la emperatriz María, hermana de Felipe II, le llamó a su lado. La hermana del rey, ya viuda del emperador Maximiliano de Austria, vivió en el Monasterio de las Descalzas Reales o Convento Real de Nuestra Señora de la Consolación de Religiosas Descalzas de San Francisco, desde donde pidió a Victoria que fuera su capellán. La emperatriz y el músico residirán en él hasta el fin de sus días.
Victoria vivió en la Casa de Capellanes, contigua a la residencia conventual, construida por la fundadora del Convento, la princesa doña Juana de Austria, que había nacido en él cuando era palacio. Creó al tiempo una casa de misericordia u hospital con personal asistencial con el que colaboraban los capellanes de las monjas. Existió un interesante conjunto urbano de dependencias monacales de una fisonomía muy singular en la iconografía madrileña reconocida en los siglos posteriores por paso levadizo. La Casa de Capellanes fue derruida en 1902.
Tomás Luis de Victoria fue el séptimo de once hermanos, huérfano temprano, cantor en la Catedral de Ávila durante nueve años, en los que aprendió las diferentes disciplinas musicales con singular talento. Estudió en el colegio germánico de la Compañía de Jesús en Roma donde llegó a ser director. Llegó a Madrid, después de una fructífera vida en Roma tanto religiosa como de compositor de música sacra, creador de libros de misas, motetes, oficios para la Semana Santa, canciones sacras, cánticos a la Virgen, himnos…
Convulsionado por la muerte de la emperatriz en 1603, escribe su famoso y excelso “Réquiem, Oficio de Difuntos”.
Murió en 1911 y está enterrado en la cercana parroquia de San Ginés. Hoy la calle donde estuvo la Casa de Capellanes homenajea a este gran músico llevando su nombre.
