"Aquí estuvo la casa donde vivió y murió el general Francisco Serrano Dominguez, regente del reino (1810-1885)"
Esta calle de Serrano se llama así por que vivió y murió en ella el capitán general de Cuba, ministro y regente del Reino, denominado el “general bonito” por la propia reina Isabel II. Francisco Serrano y Domínguez, gaditano de la Isla del León, nació el día 17 de diciembre de 1810. Fue protagonista y líder de la política española durante muchos lustros.
Esta calle se llamó en origen de Isabel II, de Narváez, y pasó al nombre de nuestro general dada su fama de héroe con la que entro en Madrid en septiembre del 1868.
Vivía en un hotel comprado por la Duquesa de la Torre, su esposa, en el año de 1871 al Marques de Salamanca, promotor y urbanizador del nuevo barrio burgués. Éste y otros hotelitos fueron ocupados por gentes de la alta sociedad madrileña que se expandía así de su clásica ubicación en el Paseo de la Castellana. El 31 de mayo de ese año, pasó junto a sus puertas el primer tranvía madrileño, con la línea Barrio de Salamanca – Plaza de Oriente.
La presencia del mítico e influyente general en la calle hace de reclamo para que lo habitaran personajes influyentes como el Duque de Abrantes y Emilio Castelar. Su vecino fue el jurista Alonso Martínez, que promovía por entonces los solares para hacer hoteles y palacetes, en lo que había sido la Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá y que cuatro años mas tarde seria presidente de una sociedad llamada Crédito Mobiliario, que hizo prestamos para la construcción de estos hoteles al Marques de Salamanca.
La casa, abierta a todo tipo de fiestas y recepciones festivas, tuvo la particularidad de tener un Teatro de Salón, en el que actuaban aristócratas y burgueses aficionados y donde podía verse, entre ellos, a la bellísima hija del general.
