Aquí estuvo de 1901 a 1932 el LABORATORIO DE INVESTIGACIONES BIOLÓGICAS, creado para facilitar el trabajo científico de Santiago Ramón y Cajal.
Con 80.000 pesetas, el Gobierno de Francisco Silvela puso en marcha el “Laboratorio de Investigaciones Biológicas “, con el fin de gastarlos en la instalación y en los primeros materiales precisos para su puesta en marcha. Tras el nuevo Premio de Santiago Ramón y Cajal, obtenido en el Congreso Internacional de Medicina de París de 1900, conocido por el Premio Moscú (por haber sido creado en esa ciudad) se maduró la idea, muy apoyada por la prensa al decir él: “siempre buenísima conmigo, la prensa política me prestó un servicio inestimable. Su espontaneidad creó cierto estado de opinión, diligente y generosamente recogido por el gobierno…”
Se instaló en un aula de las dependencias del Museo de Antropología del Doctor Velasco, hoy Museo Etnológico. Cajal trabajó aquí con su excepcional Escuela de Investigadores hasta que se agrietaron los techos y paredes y el edificio se declaró en ruina: ¡treinta años, desde 1902 a 1932! en el segundo piso de este edificio diseñado por el Marqués de Cubas.
Ramón y Cajal vivía al lado de su trabajo en ese Museo Antropológico, también muy cerca del Hospital General, (hoy Centro de Arte Reina Sofía) y la facultad de San Carlos; y a un paso de El Ateneo y los cafés. Las “cátedras-café” y las trastiendas de los comercios, como las tertulias de la librería Moya de la calle de Carretas que tanto frecuentara. Un Madrid cercano y profundamente vivido.
