Aquí estuvo la casa del historiador del derecho FRANCISCO MARTÍNEZ MARINA, 1754-1833, autor de la Teoría de las Cortes.
El jurista, filólogo y eclesiástico Francisco Martínez Marina, considerado como fundador de la historia del derecho español, nació en Oviedo, el 10 de mayo de 1754. Fue ordenado sacerdote en 1777 y un año más tarde nombrado rector del colegio de San Ildefonso de Alcalá de Henares. En 1781 Martínez Marina estaba en la Real Colegiata de San Isidro de Madrid, de la que Carlos III le nombra capellán real.
En 1786 es elegido miembro de la Real Academia de la Historia, que pasará a dirigir de 1801 a 1804 y, posteriormente, de 1816 a 1820. Participó en la elaboración del “Diccionario histórico-geográfico” y en la corrección y edición de “Las siete partidas”, de Alfonso X el Sabio. En 1797 fue elegido como miembro honorario de la Real Academia Española de la Lengua.
Tuvo cargos en el gobierno de José Bonaparte y fue diputado por Asturias para las Cortes durante el Trienio Liberal, tiempo en el que contribuyó a redactar el “Código Penal” de 1822. Otra de sus obras más significativas es la Teoría de las Cortes, que inspiró en gran medida las de Cádiz de 1812 y que fue prohibida en noviembre de 1817 por la Inquisición. Con la vuelta del absolutismo de Fernando VII, en 1823, a Martínez Maria se le obligó a retirarse a Zaragoza, donde falleció en 1833.
Es notable su “Ensayo histórico-crítico sobre la antigua legislación de los reinos de León y Castilla” y su obra de análisis denominada “Juicio crítico sobre la Novísima Recopilación”. En el campo de la filología cabe destacar su “Ensayo histórico-critico sobre el origen y el progreso de la lenguas, señaladamente del romance castellano”.
Su talante liberal se puso especialmente de manifiesto cuando fue elegido diputado en las Cortes del Trienio Liberal entre 1820 y 1823. En esta época era propietario de esta casa y debió de vivir en ella. Es posible dadas sus grandes dimensiones que la utilizara también para la obtención de rentas. Sus casas fronteras pertenecían al Real Hospicio del Ave María y de San Fernando.
