Relacion del imbierno de Madrid y sucesso de la casa de Campo, con otra de la toma de la fortissma [sic] ciudad de Iuliers cabeça de la Prouincia en los payzes [sic] baxos
Hablando del invierno de 1621, el autor de esta relación pretende, según leemos “desengañar a algunos que lo han pintado más feroz y bravo que lo que realmente ha sido” aunque concede que “ el frío como el que ha hecho este año en Castilla no lo han visto los nacidos que al presente viven (…) Los hielos y heladas fueron tales que el rio Manzanares se heló por más de 20 veces (…) los estanques de la Casa de Campo se helaron tan reciamente que con picos y barretas de hierro no podían romper el hielo los arrendadores de la nieve para echar en los pozos”.
Se cuenta también cómo los reyes quisieron andar en trineo por el estanque de la Casa de Campo y cómo un arquero del rey, desoyendo las llamadas a la prudencia, fue engullido por el hielo “que se abrió y se lo tragó en un instante” y, aunque fueron a rescatarlo, “quedó encerrado debajo del hielo”.
“Los ocho días siguientes fue creciendo el hielo de tal suerte que se podía andar por las calles de Madrid con zapatos de terciopelo, sin ensuciarse ni enlodarse (cosa rara)” añade entre paréntesis el sorprendido autor, para pasar a relatar otras anécdotas relativas al frío y a la toma de la ciudad de Juliers (Jülich), acontecida el 3 de febrero de 1622 durante la Guerra de los 30 años.
