C/ Luís de Góngora, 5
Gran sobriedad exterior. Destaca el juego de volúmenes que aporta la cúpula de la iglesia de grandes dimensiones y tambor cuadrado rematando en chapitel.
Gran ornato interior que contrasta con la sobriedad exterior. Destaca por su barroquismo el retablo del altar mayor del siglo XVIII.
Signatura
s/n
s/sig
Comentario
Lo fundó en 1663 D. Juan de Góngora sobre unas antiguas huertas conocidas como del duque de Frías y constituyó unos de los conventos con mayor terreno de Madrid en el siglo XVII. Se construyó en dos fases muy seguidas: en la primera tras la adquisición de los terrenos, comenzaron las obras del convento y de una pequeña iglesia, sobre cuyo núcleo se realizará después la definitiva. En la segunda fase se amplió la iglesia, bajo la dirección de Manuel del Olmo que, manteniendo sustancialmente el esquema, levantó la cúpula y perfeccionó e incrementó los elementos decorativos.
El convento se distribuye en torno a un claustro central cuadrado, dejando en un lateral la iglesia, de una nave, con retablos en hornacinas laterales y amplia cúpula, que es el elemento principal del conjunto. La bóveda de cañón con lunetos va sobre un ancho entablamento decorado con ménsulas pareadas, que se repiten en el tambor de la cúpula. La fachada, casi pobre en su sencillez, no se corresponde con la suntuosidad interior de uno de los ejemplos más bellos y completos de la arquitectura religiosa del siglo XVIII. Ha sufrido diversas reparaciones y restauraciones desde el siglo XVIII hasta la década de 1990.