«El Sr. Corregidor quiere se ponga orden a las Justicias de los Pueblos inmediatos para que se recojan los cadáveres y caballerías muertas que haya en sus jurisdicciones con arreglo a la orden que se comunicó al Visitador de Policía que acompaña al expediente adjunto.»
Varios expedientes fechados entre el 17 y el 19 de diciembre de 1808 por los cuales se comunica la orden de recogida de cadáveres y caballerías para evitar perjuicios a la salud pública. En uno de ellos,el escribano de guardia señor Mora comunica al visitador general de policía la queja del señor Belliard ante el disgusto de S.M. de ver hombres difuntos a las puertas de la Villa y la petición de que se entreguen al instante. Julián Marchena, escribano, con fecha 18 de diciembre de 1808, realiza una notificación de la Real Orden y la advertencia de dar orden al señor Corregidor de todas las operaciones realizadas al respecto a todos los alcaldes de la Villa (Ramón Horiuela, alcalde de la Venta del Cerezo situada en el Puente de Segovia, Manuel Quirós, alcalde de las afueras de Madrid, Agustín Arias, alcalde de las afueras de la Puerta de Toledo, Julián Merino, alcalde de las afueras de la Puerta de Alcalá, Nicolás Vicente de Vega, alcalde de las afueras de la Puerta de Fuencarral,Deviño Stryseca, alcalde de las afueras de la puerta de Santa Bárbara) igualmente da fe de no haber transmitido esta Real Orden al alcalde de las afueras de la Puerta de Fuencarral, don Juan Artagaray,
por no hallarse en la villa y no saberse su paradero.
El documento refleja el intento de la villa de Madrid de resistir ante la inminencia de la vuelta al trono de José I y la rendición incondicional a Napoleón.