Plato llano de Manises de solero plano y ala corta, inclinada y ligeramente cóncava. Está adornado con una única composición floral que cubre de manera homogénea todo su interior y que se organiza en torno a una flor con corola de múltiples pétalos azules y botón amarillo colocada sobre un ramillete compuesto de más flores azules a medio abrir y de hojas verdes y anaranjadas. A su alrededor, a la altura de la pared del plato la rodean tres arreglos florales del mismo tipo que alternan con grandes margaritas de pétalos amarillos y naranjas y botón azul, rellenándose los escasos espacios vacíos que quedan con infinidad de pequeños motivos vegetales (hojitas, ramas, tallos, granadas, etc.) o geométricos (rombos, puntos, ondas, etc.). Finalmente todo el conjunto queda encerrado por una cenefa de pequeñas flores azules de tres pétalos enlazadas por un fino hilo de color morado con minúsculas hojitas verdes.
Las decoraciones polícromas realizadas en Manises durante el siglo XIX suponen una popularización de las técnicas usadas en la cerámica de Alcora en el siglo anterior y, debido a esta circunstancia, una ruptura con respecto a las de reflejo metálico que hasta entonces habían sido las predominantes en los talleres de la ciudad valenciana. Más allá de la propia técnica decorativa, algunos motivos utilizados en este momento, especialmente en las composiciones con flores, presentan claros antecedentes en las series más populares de la fábrica castellonense que pudieron llegar a los talleres maniseros bien directamente bien a través de las producciones de otros centros como Ribesalbes que, ya desde el siglo XVIII, realizaban interpretaciones de peor calidad de los estilos alcoreños de mayor aceptación.
La manera en que se representan las flores azules, con un botón de círculos concéntricos a dos colores y corola de una fila de pétalos o los grupos de tres hojas o pétalos pintados con sueltas pinceladas en azul, verde o anaranjado que adornan los ramos y guirnaldas de este plato tienen cierta similitud con la manera en que aparecen estos motivos en piezas alcoreñas de las series "del ramito" o "chinerías". También parece una inspiración en esta última serie la inclusión entre los ramos y flores del plato de lunas, rombos, puntos, y otro sin fin de pequeños elementos. Pasados por el filtro de Manises, todos estos motivos se adaptan al gusto popular aumentando su tamaño y pasando a formar parte de abigarradas composiciones que ocupan la totalidad de las piezas en vez de hacerlo de sencillas guirnaldas o pequeños grupos sueltos, como ocurría en las piezas de Alcora. Estas reinterpretaciones pierden, sin duda, gran parte de la elegancia y delicadeza que caracterizaba a los originales pero siguen manteniendo un alto valor decorativo y alcanzan una gran expresividad.