Plato de loza popular de Manises con decoración pintada a mano. Filete azul cobalto en el borde y por el ala orla de pañoletas amarillas con bordes anaranjados en cuyo interior se sitúa un anillo también de color naranja. En los espacios vacíos entre pañoleta y pañoleta, sobre fondo de puntos azules, alternan flores amarillas de botón y corola circular de múltiples pétalos con flores amarillas de tres pétalos. Dichos espacios se cierran con una cinta verde que se recoge en el pico de cada pañoleta con un lazo morado de un sólo bucle.
En el centro del plato se ha pintado una margarita amarilla con los pétalos en forma de bucle entre tres hojas verdes de nervio anaranjado con el borde flecado y pequeñas flores con botón y tres pétalos, dos de color verde junto a la margarita y dos amarillas junto a las hojas. Al igual que ocurre con las flores que forman la orla, y a la inversa de lo que sucedía en los platos anteriores, esta composición vegetal descansa sobre un fondo de puntos azules que se ciñe a los límites de los motivos que la forman, adoptando la silueta de una hoja y dejando un gran anillo sin decoración entre ésta y la orla que ayuda a resaltar el motivo principal del plato.
La aparición de fondos de puntos es bastante común en las decoraciones de Manises de esta época como puede observarse en varios platos de esta misma colección. Su uso se inscribe dentro de ese gusto por el horror vacui que caracteriza las composiciones de sus talleres donde tiene una gran tradición, pues la encontramos ya en lozas de reflejo dorado del siglo XVI cuyo estilo se ha denominado, precisamente, "de fondo punteado".