"Representa la madrileña plaza de la Cebada, con su fuente en el centro. Al fondo la iglesia de Santa María de Gracia y, más allá, la actual catedral de la Villa, entonces Real Colegiata de San Isidro.
La plaza está concurrida por una multitud de personajes, desde nobles damas, atentos caballeros y lujosos carruajes, hasta monjes, petimetres y rufianes, que pasean o descansan entre los puestos de la feria (...)".
Comentario extraído del libro "Catálogo de las pinturas. Madrid: Museo Municipal".