Adelina Patti vio la luz en Madrid circunstancialmente, pues sus padres, cantantes italianos, se encontraban actuando en el madrileño Teatro del Circo aquella temporada de 1843.
Adelina Patti vio la luz en Madrid circunstancialmente, pues sus padres, cantantes italianos, se encontraban actuando en el madrileño Teatro del Circo aquella temporada de 1843.
Nacida en una familia de artistas del bel canto, conformada por sus padres y sus dos hermanas mayores, no es raro que Adelina se convirtiera con pocos años en una niña prodigio del panorama musical del momento, debutando oficialmente con dieciséis años en el Teatro de la Ópera de Nueva York con “Lucía de Lammermoor”, obteniendo un éxito clamoroso.
Volvió a su ciudad natal como una voz consagrada, debutando en el Teatro Real el 12 de Noviembre de 1863 ante la Reina con “Sonnambula”, la obra más exitosa de su repertorio operístico.
De nuevo actuó en Madrid en la temporada 1880-81, que inició el 11 de Diciembre con la representación de “La Travista”, y un mes más tarde protagonizará la velada que el público melómano madrileño guardó en su memoria como la “gran noche del Real”. Sucedió un 23 de Enero, cuando la Patti y Gayarre, uno de los más célebres tenores españoles, coincidieron en el escenario del teatro madrileño para representar “Lucía”. Se estableció entre ellos una rivalidad artística tal que dieron lugar a la extraordinaria representación de la que fue testigo el público de nuestra ciudad. Tras este gran éxito volvió a Madrid para actuar en 1886 y 1888, con un caché de escándalo para la época, que superaba los 50.000 reales por actuación.
Murió en Craig-y-Nos el 27 de Septiembre de 1919, años después de retirarse de los escenarios.