Aquí estuvo desde 1932 hasta 1956 el Instituto Cajal.
Con motivo de su jubilación en la Universidad del Premio Nóbel Santiago Ramón y Cajal, en 1922, y dado el mal estado y la pequeñez en la que se encontraba el Centro de Investigaciones Biológicas en el que investigó durante 30 años, el Gobierno decidió hacer un nuevo edificio. Por deseo expreso del rey Alfonso XIII esta nueva sede se denominó Instituto Cajal. Las obras duraron diez años. Don Santiago las visitó y asesoró pero nunca llegó a trabajar en él ya que cuando se inauguró tenía 84 años, muriendo en Madrid dos años más tarde, el 17 de noviembre de 1934.
Aunque nació en un pueblo de Navarra, Petilla de Aragón, su vida estuvo desde la juventud unida a Madrid. Se doctoró en esta ciudad y sacó las oposiciones de médico militar por lo que tuvo que actuar como tal en Cuba, poniendo en riesgo su propia vida. Vino a vivir a Madrid en abril de 1892, una vez ganó las cátedras de Histología y de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de San Carlos. Dirigió el Instituto Nacional de Higiene desde su creación en 1900 hasta 1920. Utilizando la hipnosis como anestesia eficaz la aplicó a los dos últimos partos de su esposa. En 1920 fotografió tridimensionalmente la célula nerviosa. Investigó en el Centro de Investigaciones Biológicas y en el despacho y laboratorio de su preciosa casa de Alfonso XII, que aún está como si su mano no se hubiera ido, y sus papeles y dibujos hablaran de sus fundamentales obras científicas, fotográficas y literarias, esperando, por interés general, que sea museo algún día.