Según Juan Carlos Albert, Ramón Gómez de la Serna vivió entre 1903 y 1920 en la calle Puebla, nº 11, que por un cambio de numeración hoy corresponde al número 9. Posteriormente pasaría a residir en un pequeño hotel de su propiedad en María de Molina, 42. Durante todo el tiempo que residió en la casa de la calle Puebla, con los intervalos que supusieron sus estancias en París y los viajes por Europa en compañía de Carmen de Burgos, Colombine, escribe numerosos artículos, libros y, como se dice en el texto de la placa, se gesta el genero literario de la Greguería, suma de humor y metáfora, que se sitúa más allá del aforismo y de la sentencia, de la que Ramón no sólo fue su creador, sino también su máximo exponente. También viviendo en esta casa de la calle de Puebla, el escritor constituyó su célebre tertulia literaria en el café del Pombo, que inmortalizaría el pintor José Gutiérrez Solana en su celebre cuadro de 1920.
En aquellos años, Ramón describe con gracia su recorrido desde su casa al café, donde se reunía todas las semanas con otros escritores y artistas como el propio Solana, Tomás Borrás, José Bergamín y Mauricio Bacarisse, entre otros. Escribe Ramón:
“Pasó el verano, en que como los grillos, vivimos una vida retirada y oculta en los campos y en los agujeros de la tierra de los campos, y después de volver a la ciudad hemos vuelto a hacer el trayecto de Pombo. Hemos salido por el gran arco de la libertad de nuestro portal, hemos cruzado nuestra eterna calle de la Puebla, hemos torcido por la calle del Barco, verdadero barco, por cuya borda hemos saltado a la calle del Desengaño, triste calle que va a desaparecer, como enriquecida, alegrada y consolada por fin por la Gran Vía…”