En 1859, el Sorteo de Navidad (que aún no tenía ese nombre oficial) se celebraba como un sorteo más de la Lotería Nacional o "Lotería Moderna", la cual se había establecido en 1812. El nombre de "Sorteo de Navidad" no se usaría formalmente en los billetes hasta 1897.
Aunque la mayoría de las fuentes históricas se centran en el primer sorteo de 1812 o en los detalles de sorteos más recientes, los registros indican que el de 1859 fue un sorteo ordinario que continuó la tradición ya consolidada en España. El premio "Gordo" de ese año recayó en el número 27.051, con un premio de 4.000 pesetas. El sistema y la mecánica del sorteo ya eran muy similares a los actuales, con billetes y décimos que permitían una amplia participación popular.