El Marqués de Vadillo, Antonio de Salcedo y Aguirre, corregidor de Madrid, era muy devoto de la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia y tuvo gran empeño personal en construir la ermita en honor de esta Virgen. La talla original es una copia de la que existía en la Ermita de Plasencia que durante la Guerra Civil quedó destrozada. La que hoy existe es una copia de aquella realizada por Víctor González Gil y representa al igual que la primera a la Virgen amamantando al Niño.