La vías del Metro se extienden a lo largo de casi todo el subsuelo de la ciudad de Madrid, llegándose a cruzar unas con otras en algunos puntos. Para evitar accidentes, o en caso de que sea necesario cambiar da una vía continua por averías o mantenimiento, se han colocado numerosos dispositivos para permitir el cambio de circulación o la regulación del tráfico de convoyes. En la imagen, una aguja de punta movil para el cambio de vías.