En agosto de 2001, la ciudad de Madrid acogió la Jornadas Mundiales de la Juventud, un gran evento religioso en el que miles de jóvenes católicos se reúnen para convivir durante varios días en una misma ciudad. Durante una semana, millones de jóvenes provenientes de todo el mundo confluyeron en Madrid, poniendo a prueba su sistema de transporte y llegando a generar grandes aglomeraciones en la Red de Metro. En la fotografía, jóvenes peregrinos salen de un convoy del Metro.