Arcilla
Monococción reductora
Modelado
Altura = 6,70 cm; Anchura = 4,40 cm; Espesor = 2,40 cm
Cazoleta de forma ovalada, de sección cóncavo-convexa pronunciada. Paredes curvas y borde entrante, labio redondeado. Apéndice ligeramente diferenciado y perforado longitudinalmente que comunica con el interior de la cazoleta. Presenta una impresión longitudinal en uno de sus lados.
Foto: Miguel Ángel Otero Ibáñez
A finales de enero de 1930 el tranviario y arqueólogo aficionado José Viloria descubrió varios hoyos (fondos de cabaña) en las obras y movimientos de tierra que se estaban efectuado para la construcción de la Ciudad Universitaria de Madrid. La Junta constructora de la Ciudad Universitaria acordó el 16 de mayo de 1930 encomendar la excavación arqueológica a Hugo Obermaier, Francisco de las Barras de Aragón y José Pérez de Barradas, quien fue responsable directo de la excavación. Los trabajos se iniciaron el 27 de mayo y se interrumpieron el 2 de agosto. Los objetos se trasladaron al Museo Prehistórico Municipal, en donde algunos fueron restaurados. Tras su traslado a la nueva sede del Museo en la calle Fuencarral, las colecciones restauradas de Cantarranas debían mostrase, según el proyecto original, en la vitrina XVI. En 1935, los objetos de Cantarranas ocupaban la segunda vitrina del lado izquierdo de la Sala de Prehistoria. En un inventario de 1952 (ca), los materiales restaurados de Cantarranas figuran como expuestos en las estanterías A,B, C y F de la vitrina 5ª.
Clasificación Razonada En Cantarranas aparecieron dos candiles de cerámica de apéndice perforado, el presente, en el fondo nº 27, y otro en el 9 de características similares. Pérez de Barradas las interpretó como lámparas, sirviendo la cazoleta como depósito de grasa y el apéndice perforado para alojar una torcida en la que prendería la llama. Los únicos paralelos que pudo aducir fueron un fragmento de un mango, encontrado por Fidel Fuidio en el arenero del Descanso de Perales y una cuchara descrita por Vilanova (Pérez de Barradas 1932: 73-74). En la actualidad el número de paralelos se ha visto incrementado con un ejemplar procedente del arenero de El Ventorro (Getafe Madrid) recogido en 1964 (CE1964/23/34185), otro procedente de El Capricho (Barajas, Madrid), muy similar a este de Cantarranas, y un tercero de la Loma de Chiclana (Vallecas, Madrid), aunque este último parece que no presenta perforación. También del arenero de El Ventorro, de la cabaña 005 procede un fragmento de pared con el arranque del apéndice. La documentación en esa cabaña de una posible actividad metalurgica llevó a sus excavadores a sugerir para estos objetos una función diferente, identificándolos como toberas de horno de reducción ("fuelle-pipa de aire") o crisoles, siendo la función del apéndice perforado la de alojar una varilla para manejar el recipiente y poder colar el metal fundido (Priego y Quero 1992: 320). Sin embargo, esas interpretaciones han sido tajantemente rechazadas: en el caso de la tobera por considerarlo funcionalmente ineficaz, mientras que en el del crisol por su alejamiento de las tipologías conocidas (Rovira y Montero 1994: 162 ). Blasco, Sánchez y Calle (1994: 106) opinan, coincidiendo con la interpretación de Barradas, que su más probable uso seria el de lámpara o candil.
Por su forma tambien han sido identificadas con las cucharas o cazos de cerámica presentes desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce y de las que igualmente existen ejemplares en el territorio madrileño (Cerro de Juan Barbero, el arenero de Constantino del Río (Getafe, Madrid) o Perales del Tajuña). Sin embargo, las cucharas suelen presentar una pala más ancha, de sección menos profunda, paredes finas y mango diferenciado y sin perforación. No obstante, los dos ejemplares de lámpara procedentes de El Ventorro son más planos y de paredes más abiertas que los de Cantarranas o El Capricho, y por tanto más cercanos a la forma cuchara, mientras que las cucharas del cerro de Juán Barbero presentan cazoletas profundas.
Comentario extraído del Catálogo del Museo de San Isidro. Los Orígenes de Madrid.