Arcilla torneada y bruñida.
Barnizado [Color del barniz rojo].
Monococción oxidante
Incisión
Altura = 9,60 cm; Diámetro máximo = 9,10 cm; Diámetro boca = 8,10 cm
Vaso realizado a torno, de cuerpo ovoide, cuello corto, borde recto, exvasado, y labio redondeado. Fondo convexo. El barniz es de buena calidad, bien adherido, de color rojo y aspecto brillante, con algunas zonas grises, producto de defectos en la cocción. No presenta decoración alguna, salvo incisiones, más bien acanaladuras, en su parte media y sobre el pie, así como una tercera, entre ambas, solo desarrollada en parte. El vaso presenta huellas de bruñido de su superficie.
Encontrada en la Sepultura 11 de la necrópolis de Daganzo.
Se trata de una sigillata hispánica tardía, correspondiente a la forma hispánica 2, siendo semejante a un ejemplar procedente de Riotinto, liso con líneas incisas, probablemente también tardío (Mezquiriz 1985, 143 Tav XXV,1). Mezquiriz afirma que esta forma no parece superar la III centuria, aunque Tovar la incluye entre las producciones de la Tardía del primer periodo (segundo tercio del siglo IV) Igualmente Paz Peralta (1991) anota la presencia de esta forma en Turiaso, en un contexto estratigráfico fechado en el tercer cuarto del siglo IV, así como en niveles tardíos del teatro de Cesaraugusta. Por su parte, Escrivá (1991: 161), indica la presencia en Valencia de un fragmento de esta forma en un relleno del siglo V, aunque lo considera "residual".
El vaso se encontró depositado, en el interior de la tumba, a los pies del cadáver, práctica que no se corresponde con los usos funerarios visigodos, en cuyas tumbas no se depositan recipientes de ningún tipo. Por el contrario son habituales en la necrópolis hispanorromanas de los siglos V y VI o en las hispanovisigodas del VII. Los depósitos cerámicos en el interior de las sepulturas se han interpretado como contenedores de ofrendas alimentarias al difunto, de líquidos -generalmente vino- para libaciones rituales o de aceites perfumados utilizados en el rito funeral. Los dos primeros estarían relacionados más bien con prácticas paganas. Por sus dimensiones, el vaso de Daganzo pudo ser utilizado como contenedor de algún tipo de ungüento o de líquido.
Comentario extraído del Catálogo en línea del Museo de San Isidro. Los Orígenes de Madrid.