Vedrío estannífero
Arcilla
Pintura a mano alzada
Torneado
Vidriado estannífero
Altura = 23,50 cm; Diámetro base = 10,50 cm; Diámetro boca = 15 cm; Anchura máxima = 18,50 cm
Jarro de loza popular de Manises con decoración polícroma. Repite la forma de otras jarras de la colección: cuerpo ovoide con alta asa acintada, solero ligeramente diferenciado, cuello poco marcado, boca alta, abierta y ligeramente exvasada con pico vertedor redondeado y poco sobresaliente. La decoración también repite el mismo esquema de distribución en bandas paralelas, más ancha la central, que alberga el motivo principal, y filetes azules en labio y solero. Por el contrario, dicho motivo central está pintado en vivos colores con los motivos vegetales característicos de la loza manisera del siglo XIX. En la parte anterior y posterior aparecen dos medallones circulares azules que albergan en el interior sendas margaritas inscritas en una circunferencia, morada con botón amarillo la primera y anaranjada con botón del mismo color la segunda, entre cuyos pétalos se intercalan pequeños círculos también amarillos. Entre ellos, en ambos laterales, largas hojas acintadas de color amarillo y verde cuelgan de las esquinas. De sus extremos brotan nuevas hojas verdes y unos frutos morados que parecen higos aunque las hojas que los acompañan no sean de higuera. Una gran margarita de pétalos violetas y verdes asoma parcialmente por detrás del medallón posterior y, entre medias de este denso follaje, multitud de hojitas de palma, reducidas a veces a simples flecos de color azul o marrón-anaranjado, invaden cualquier espacio en blanco. Cierra la decoración del jarro una cenefa de líneas semicirculares entrelazadas de gran tradición en la loza azul tardogótica.
Foto: Pablo Linés Viñuales
Frente a la medida decoración de los otros dos jarros de la colección, la de éste nos remite de nuevo a los arquetipos más característicos de la loza de Manises durante el siglo XIX: a las flores de múltiples pétalos, a la exhuberante vegetación de hojas de todos los tamaños y formas, y a la explosión de vivos colores. Es el mundo decorativo que dominan las pintoras de Manises, al que mejor se adaptan sus aptitudes y en el que mejores resultados obtienen. En definitiva, el que hizo estas lozas "populares" entre las clases populares no sólo en aquellos lugares más próximos a sus centros de producción sino en toda la geografía española.
Comentario extraído del Catálogo del Museo de San Isidro. Los Orígenes de Madrid