Gran Vía 78 c/v calle General Mitre 5 c/v calle San Ignacio de Loyola 9
Signatura
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Comentario
El Coliseum es fruto del empeño del maestro Jacinto Guerrero, que encargó hacia 1930 un proyecto de teatro para espectáculos musicales que tuviese las condiciones adecuadas para la época. Se eligió un solar al final de la Gran Vía, algo alejado e inaccesible pues el tercer tramo estaba aún en obras. El solar es irregular, con un primer espacio rectangular, en el que se proyectó un edificio de viviendas, y una parte trasera, más ancha, que se aprovechó para situar en ángulo la sala de espectáculos. Es esta sala la pieza fundamental del conjunto, con una notable acústica, fruto de su forma abocinada (una "gran bocina" la llamaban los autores), influida por las grandes salas de la época, como la Pleyel de París. La superficie de la bóveda se despliega sin apenas decoración, que queda reservada al óculo central y los grandes nichos laterales.
La fachada a Gran Vía, que es la del edificio de viviendas, acusa la estructura de hormigón y simula en su parte central una gran cascada de luz. La influencia de la arquitectura norteamericana contemporánea como el Rockefeller Center es innegable y reconocida por el propio Casto Fernández-Shaw.
A partir de 1940 funcionó como cine, pero ha sido recientemente remodelado, ampliado y modernizado para acoger de nuevo espectáculos musicales. La voluntad de la propiedad actual de dividir la sala en varios minicines motivó una fuerte reacción social dirigida por el Colegio Oficial del Arquitectos de Madrid, institución que propugnó su mantenimiento y el de los elementos decorativos de accesos y sala que aún conserva.