Es un edificio de uso mixto promovido por D. Leopoldo García Fernández, con dos plantas comerciales (baja y entresuelo), las tres siguientes de oficinas y los cuatro pisos superiores con dos viviendas cada uno. La planta se vuelca sobre un patio en el centro que repite la forma trapezoidal del solar y otro patio al fondo que ocupa todo el testero y permite una fachada trasera.
Exteriormente es un interesante ejemplo de arquitectura racionalista, no muy abundante en la Gran Vía, en el que la fachada muestra una firme composición vertical mediante dos cuerpos simétricos que avanzan sobre la alineación, pero ajustados por bandas horizontales de vanos en los primeros pisos y en el ático. El tratamiento del color y las texturas de los materiales subraya esta dicotomía, utilizando la piedra gris para los elementos verticales y el ladrillo rosado para las líneas de vanos.
