Mathet, que ya había construido algunos edificios en el primer trozo de la Gran Vía para la compañía La Estrella, cambia aquí por completo su estilo y la concepción del edificio para un nuevo promotor, D. José Mª Cano. El solar es algo más estrecho y está situado entre medianerías, pero es bastante regular y de planta casi cuadrada.
Pensado para viviendas de alquiler (dos por cada piso), se distribuye en torno a un amplio patio central que se proyectó ajardinado, al que se abre la zona de servicios y alguna de las habitaciones principales, a las que se accede por un largo pasillo perimetral. Es interesante la solución de las esquinas del patio, con balcones en ángulo. La fachada es sencilla y moderna si la comparamos con otras obras de Mathet. Muestra una gran verticalidad, acentuada por la presencia de vanos altos y alargados que rematan en la última planta con un par de torreones. El proyecto inicial planteaba una cúpula en el centro mucho más tradicional, pero fue corregido en el transcurso de las obras.
