Patrimonio urbano
Iglesia de Santa Bárbara y Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
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Descripción
Titulo:
Iglesia de Santa Bárbara y Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1749 y 31 de Diciembre de 1749
Descripcion:
C/ Bárbara de Braganza, 3 y 5
En el exterior destaca el conjunto conventual de grandes dimensiones. Monumentalidad del acceso al templo y gran riqueza de ornatos en todas sus fachadas.
En el interior se puede encontrar ejemplos de Rococó madrileño, como por ejemplo el altar mayor y el púlpito. Destacan también los sepulcros de Bárbara de Braganza y Fernando VII.
Antiguo monasterio de la Visitación de las Salesas Reales
Tipo:
Edificios
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
Se creó por iniciativa de la reina doña Bárbara de Braganza para instalar en España a las monjas de la orden de la Visitación, con la intención de que, además del convento, se estableciera un colegio para niñas nobles. El complejo estuvo formado por el templo, el monasterio, múltiples dependencias y jardines que llegaban originalmente hasta el paseo de Recoletos y la calle de Génova. El proyecto se encargó al arquitecto rodujo, algunas modificaciones, como las pequeñas torres que enmarcan la fachada de la iglesia. De todo el conjunto, lo que se ha conservado intacto es la iglesia de planta de cruz latina con una sola nave, crucero y amplia cabecera. La sencillez de la planta queda compensada por la rica decoración interior. Los altares laterales, el retablo mayor y el púlpito (que es uno de los mejores ejemplos del rococó en Madrid) y hasta el pavimento fueron encargados a grandes artistas del último barroco. Destacamos además los sepulcros de Fernando VI y Bárbara de Braganza, esculpidos por Francisco Gutiérrez siguiendo diseños de Sabatini, que son obras fundamentales de la escultura neoclásica española.

La fachada repite el esquema del pórtico triple rematado por un frontón, pero ampliándola con dos cuerpos laterales que dan lugar a las pequeñas torres. En realidad sólo la parte central corresponde a la nave de la iglesia, que aparenta así tener mayores dimensiones. La horizontalidad provocada por esta extensión lateral se contrarresta mediante un orden gigante de pilastras que enmarcan medallones, jarrones, escudos y guirnaldas de exquisito gusto. Las escalinatas de acceso al templo son obra de Miguel Durán, pues había quedado en una rasante más elevada al abrir la calle de Bárbara de Braganza. La institución se mantuvo en este lugar hasta 1870, cuando las monjas fueron expulsadas para destinar el convento a Palacio de Justicia. La transformación fue llevada a cabo por Antonio Ruiz de Salces, pero el edificio sufrió dos graves incendios, el peor de ellos en 1915, que apenas afectó a la iglesia pero destruyó casi por completo el Palacio. Fue entonces reconstruido por Joaquín Rojí con un proyecto que fue premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1926, pero que rompió la armonía entre la iglesia y el convento al modificar la decoración exterior. francés Francisco Carlier, pero las obras fueron dirigidas por Francisco Moradillo.
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