Patrimonio urbano
Felipe III
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Descripción
Titulo:
Felipe III
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1616 y 31 de Diciembre de 1616
Descripcion:
Metálico (bronce)
Altura: 4.00 m x Anchura: 4.00 m x Fondo: 2.00 m.
Plaza Mayor

Estatua ecuestre del monarca; aparece representado con cabeza descubierta, vestido con media armadura, gran gola y peto decorado. En el pecho cuelga el collar con la Orden del Toisón de Oro y lleva en la mano derecha la bengala de General, que descansa sobre la cintura, y con la izquierda sujeta las riendas del caballo.

Éste presenta la pata delantera izquierda levantada, dando así movilidad a la figura. En la cincha aparece la firma del escultor: "PETRVS TACCA F. FLORENTIAE 1614".
Tipo:
Escultura
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
Felipe III, rey de España entre 1598 y 1621, era hijo de Felipe II y su cuarta esposa, Ana de Austria. A la muerte de su padre en 1598 ocupó el trono de España y Portugal. En abril de 1599 contrajo matrimonio con su prima, Margarita de Austria, con la que tuvo ocho hijos.

Desde el comienzo de su reinado, por su insuficiente capacidad para reinar, puso los asuntos de estado en manos de su valido, el duque de Lerma, el primero de la serie de validos que rigieron los destinos de España a lo largo del siglo XVII. Trasladó la Corte a Valladolid entre 1601 y 1606 y, a la vuelta a Madrid en 1608, fue jurado príncipe su hijo, que había de reinar con el nombre de Felipe IV.

En cuanto a la política exterior, continuó con la enemistad con los turcos, con la República de Venecia y con el Ducado de Saboya. En 1609 firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos, que representaba el reconocimiento oficial de Holanda, paz que permitió al gobierno enfrentarse a los moriscos, que fueron expulsados en 1609.

En 1618 comenzó la Guerra de los Treinta Años en la que España apoyó a Fernando II de Austria en contra de Federico V, preferido por el Palatinado; este mismo año el rey sustituyó a su valido el duque de Lerma por su hijo, el duque de Uceda, aunque limitándole sus funciones.

Bajo el reinado de Felipe III, continuó la hegemonía española, pero las dificultades económicas y la cesión del poder en validos anunció el declive posterior del Imperio. En su mandato se construyó la nueva Plaza Mayor, encargo real a Gómez de Mora, que fue terminada en dos años, y se levantaron muchos edificios religiosos que aún perduran, como el convento de monjas jerónimas “Las Carboneras” de 1607; el de mercedarias de Don Juan de Alarcón de 1609; el monasterio de la Encarnación, fundación real, construido en 1611; la iglesia de San Antonio de los Portugueses y el Palacio de Uceda, hoy Capitanía General.

La estatua que llegó a Madrid en 1616, fue un regalo de Cosme II de Médicis, Gran Duque de Toscana, al rey. Iniciada por Juan de Bolonia en Florencia, a su muerte la terminaría su discípulo Pietro Tacca. Se utilizó como modelo el retrato que del rey realizara el pintor de cámara Juan Pantoja de la Cruz. Fue entregada a Gómez de Mora, como arquitecto Mayor de Palacio, y se depositó en el jardín del Alcázar hasta enero de 1617 cuando se instaló delante del palacete de la Casa de Campo, en los jardines de El Reservado.

Tras la presentación de varias propuestas, sería finalmente Mesonero Romanos junto a cinco concejales quien logre el traslado de la estatua de Felipe III a la plaza Mayor, ya que fue precisamente bajo su reinado cuando se construyó.

El trabajo de los bajorrelieves, escudos y lápida fue un encargo municipal al escultor Sabino de Medina y la leyenda de la lápida no se aprobará hasta enero de 1849.

Con la revolución de “La Gloriosa” de 1868, se trasladó a los almacenes de la Villa y allí estuvo hasta que el Ayuntamiento en 1874 dispuso su traslado al centro de la plaza. Con la proclamación de la Primera República en 1873, se desmontó del pedestal y se trasladó a los almacenes de la Villa. Aunque se propusieron dos nuevas ubicaciones: una en el Museo Arqueológico y otra en el patio del Palacio Real, finalmente no se llevaron a cabo.

Al proclamarse la Segunda República, en abril de 1931, alguien introdujo en la boca del caballo unos petardos, lo que produjo varios desperfectos, por lo que en 1934 fue restaurada por el escultor Juan Cristóbal, quien procedió a cerrar la boca del caballo. En mayo de 1970, y por las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza, se trasladó de nuevo la estatua al Parque de El Retiro, al jardín de las Estufas, hasta junio de 1971, fecha en la que vuelve a su primitiva ubicación.
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