Descripción
Titulo:
Valeriano Weyler Nicolau
Fecha:
2005
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Maqués de Urquijo, 39
Distrito: Moncloa-Aravaca
Colocada en el año 2005
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Moncloa-Aravaca
Colocada en el año 2005
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
Aquí estuvo la casa donde vivió y murió el Capitán General VALERIANO WEYLER modelo de lealtad al Régimen Constitucional (1838-1930)
Valeriano Weyler fue uno de los militares más influyentes de la Restauración. Estuvo 75 años al servicio del ejército en los que participó en los grandes conflictos de su época. Vivió desde 1838 a 1930 y su norma, en la multitud de avatares en los que se vio envuelto, fue la lealtad al régimen constitucional, tenía a gala no haberse sublevado nunca.
Su biógrafo, Pablo González-Pola resumió su vida diciendo: “Participó en los principales conflictos bélicos del momento: Frentes carlista, filipino y cubano. Fue Capitán General de Cuba, de Canarias, de Baleares, de Vascongadas, de Cataluña y de Castilla la Nueva con sede en Madrid. Por encargo de Cánovas sustituyó a Martínez Campos en Cuba en 1895, iniciando una ofensiva que con seguridad habría terminado a favor de España, si no fuera porque Sagasta lo relevó a la muerte de don Antonio Cánovas.
Fue Senador vitalicio, Grande de España con los títulos de Marqués de Tenerife y Duque de Rubí. En cuatro ocasiones ocupó el Ministerio de la Guerra. Fue nombrado Académico de número de la Real Academia de la Historia.
Como vecino del barrio de Argüelles podemos decir que era propietario de toda la manzana, su casa -en la que vivió y murió (y fue derribada después de la guerra del 36)- ocupaba esta esquina de Marqués de Urquijo con el Paseo de Rosales, que es donde tenía la cuadra de los caballos. Dicen que era frecuente verle, con su figura solemne y atildada, cabalgando hacia sus destinos.
Valeriano Weyler fue uno de los militares más influyentes de la Restauración. Estuvo 75 años al servicio del ejército en los que participó en los grandes conflictos de su época. Vivió desde 1838 a 1930 y su norma, en la multitud de avatares en los que se vio envuelto, fue la lealtad al régimen constitucional, tenía a gala no haberse sublevado nunca.
Su biógrafo, Pablo González-Pola resumió su vida diciendo: “Participó en los principales conflictos bélicos del momento: Frentes carlista, filipino y cubano. Fue Capitán General de Cuba, de Canarias, de Baleares, de Vascongadas, de Cataluña y de Castilla la Nueva con sede en Madrid. Por encargo de Cánovas sustituyó a Martínez Campos en Cuba en 1895, iniciando una ofensiva que con seguridad habría terminado a favor de España, si no fuera porque Sagasta lo relevó a la muerte de don Antonio Cánovas.
Fue Senador vitalicio, Grande de España con los títulos de Marqués de Tenerife y Duque de Rubí. En cuatro ocasiones ocupó el Ministerio de la Guerra. Fue nombrado Académico de número de la Real Academia de la Historia.
Como vecino del barrio de Argüelles podemos decir que era propietario de toda la manzana, su casa -en la que vivió y murió (y fue derribada después de la guerra del 36)- ocupaba esta esquina de Marqués de Urquijo con el Paseo de Rosales, que es donde tenía la cuadra de los caballos. Dicen que era frecuente verle, con su figura solemne y atildada, cabalgando hacia sus destinos.
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