Aquí vivió dentro de una caja de galletas en la Confitería Prast RATÓN PÉREZ, según el cuento que el padre Coloma escribió para el rey niño Alfonos XIII.
El ratón Pérez nace de una leyenda popular rural, es el ratoncito que se lleva los dientes de leche de debajo de las almohadas de los niños a cambio de una monedita o un pequeño regalo. Pero cuando al rey niño Alfonso XIII se le cae su primer diente, hacia 1884, el Padre Coloma le escribe un delicioso cuento con este nombre, con la intención de que aprenda el pequeño príncipe la obligación de ser, por mandato de Dios, el hermano mayor de todos, que es el sentido último de la función del monarquía.
El cuento habla del rey Buby I, que empezó a reinar a los 6 años bajo la tutela de su madre. Cuando perdió su primer diente, Buby escribió una carta al ratón Pérez y la puso debajo de la almohada y se sentó encima dispuesto a esperarle, pero se durmió hasta que lo sintió y vio delante de él “un ratón muy pequeño con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo crudo y una cartera roja terciada a la espalda.”
El ratón y el Rey se hicieron amigos. El roedor le presentó a su familia que vivía burguesmente en una pastelería de la calle del Arenal nº 8, en los sótanos del almacén del colmado de Carlos Prats, en una caja de galletas Huntley frente de una gran pila de quesos gruyere, que ofrecían a la familia Pérez próxima y abastada despensa. Desde allí acompañó el Rey al ratón en su misión nocturna de llevarle un regalo a otro niño madrileño, un pobre de la calle Jacometrezo. Buby se espantó de la miseria de aquella casa y de la cama de pajas y trapos donde vivía aquel niño de nombre Gilito junto a su madre. Vieron como madre e hijo se despertaban y se ponían a rezar un Padrenuestro. Al volver a su cama, y ver el precioso regalo que a él le habían hecho, pensó en Gilito y en todos los pobres como él, para los que reinó santa y justamente.