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Descripción
Autor:
Titulo:
Joaquín Vizcaíno, marqués viudo de Pontejos, alcalde de Madrid
Fecha:
ca. 1854
Lugar:
Madrid
Descripcion:
Óleo sobre lienzo.
71 x 51 cm.
Pertenece a la Colección Municipal Dispersa (Galería de retratos de Alcaldes del Ayuntamiento de Madrid).
71 x 51 cm.
Pertenece a la Colección Municipal Dispersa (Galería de retratos de Alcaldes del Ayuntamiento de Madrid).
Tipo:
Pintura
Núm Inventario:
Inv. 95013
Comentario
La Coruña, 21 de agosto de 1790 - Madrid, 27 de septiembre de 1840. Corregidor de Madrid desde el 22 de septiembre de 1834 hasta el 16 de agosto de 1836. Reinado de Isabel II.
Accedió al marquesado por su matrimonio con Mariana de Pontejos y Sandoval, Marquesa de Pontejos (1762-1834), de la que enviudó pronto. En 1820 se alistó en la Milicia Nacional y, al igual que muchos liberales, tuvo que exiliarse durante la reacción absolutista, lo que le permitió conocer otras ciudades europeas y estudiar su urbanismo. Este hecho, unido a su amistad con Mesonero Romanos, le preparó para su cargo como corregidor, convirtiéndole en uno de los mejores y más eficaces alcaldes de Madrid.
Se ocupó de reorganizar la ciudad. Encargó al arquitecto municipal Custodio Moreno el levantamiento de un minucioso plano topográfico de la Villa. Se numeraron las manzanas y rotuló las calles. Reformó el empedrado y se elevaron las aceras. Estableció la reglamentación de los serenos, policía urbana, mataderos y mercados. Inauguró el mercado de los Mostenses y estableció el primer gasómetro para iluminar la calle del Príncipe y la Carrera de San Jerónimo.
Fundó la Escuela de Párvulos, el Asilo de San Bernardino y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad. Estableció los primeros baños públicos y mandó plantar numerosos árboles.
Debido a su frágil salud, tuvo que ser reemplazado durante dos meses del año 1836 por el regidor Julián de Bringas.
Fuente: CERES.
Accedió al marquesado por su matrimonio con Mariana de Pontejos y Sandoval, Marquesa de Pontejos (1762-1834), de la que enviudó pronto. En 1820 se alistó en la Milicia Nacional y, al igual que muchos liberales, tuvo que exiliarse durante la reacción absolutista, lo que le permitió conocer otras ciudades europeas y estudiar su urbanismo. Este hecho, unido a su amistad con Mesonero Romanos, le preparó para su cargo como corregidor, convirtiéndole en uno de los mejores y más eficaces alcaldes de Madrid.
Se ocupó de reorganizar la ciudad. Encargó al arquitecto municipal Custodio Moreno el levantamiento de un minucioso plano topográfico de la Villa. Se numeraron las manzanas y rotuló las calles. Reformó el empedrado y se elevaron las aceras. Estableció la reglamentación de los serenos, policía urbana, mataderos y mercados. Inauguró el mercado de los Mostenses y estableció el primer gasómetro para iluminar la calle del Príncipe y la Carrera de San Jerónimo.
Fundó la Escuela de Párvulos, el Asilo de San Bernardino y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad. Estableció los primeros baños públicos y mandó plantar numerosos árboles.
Debido a su frágil salud, tuvo que ser reemplazado durante dos meses del año 1836 por el regidor Julián de Bringas.
Fuente: CERES.
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