En este edificio Jerónimo Pedro Mathet abandona el estilo regionalista que había desarrollado en sus edificios del primer tramo de la Gran Vía para ejecutar una obra más arriesgada, dentro ya de un lenguaje más moderno y racionalista. Los vanos alargados acentúan todavía más la verticalidad del edificio que remata con dos torreones.
En el documento adjunto se ofrece la documentación administrativa procedente de la tramitación de los permisos de obras del edificio, que incluyen los planos originales del mismo.