Inicia el artículo "De las grandes ciudades del orbe, pocas tan disímiles entre sí como New York y Madrid. Su diferencia, empero, no es externa. Lo es de espíritu, de carácter, de temperamento. Diferencia psicológica. Pues Madrid hoy, como New York desde hace mucho tiempo, construye edificios con aspiración de infinito y traza calles que, por su anchura y longitud, amenazan llegar hasta los límites de las Castillas..."