Loza Esmalte estannífero
Pintura a mano alzada
Torneado Vidriado estannífero
Altura = 4.5 cm; Diámetro = 34 cm; Ala = 4.5 cm
En el reverso del ala, Pintura a mano alzada S.Z." [En azul cobalto]
El plato que aquí nos ocupa es una de las pocas piezas dentro de la colección Sáez Martín en el que la decoración se distribuye de manera homogénea por todo su interior, ocupando indistintamente ala, pared y fondo. Además, es el único en el que el foco de atención de la composición se desplaza desde el centro a la zona exterior del plato, minimizando la importancia del motivo que ocupa el eje de la pieza, un simple disco azul rodeado por una orla de contorno lobulado del mismo color, para cedérsela a las figuras representadas a su alrededor. Éstas consisten en tres ramos compuestos por racimos de bayas violetas y flores azules y amarillas entre hojas verdes y, alternando entre ellos, tres motivos en forma de lágrima de contorno naranja, amarillo y azul, cada uno de los cuales alberga en su interior un junquillo morado con tres estilizadas campanillas verdes de delicados estambres anaranjados.
Los motivos en forma de lágrima que aparecen en la decoración de este plato son característicos de las decoraciones textiles de la región de Cachemira donde se utilizaba incluso antes de nuestra era. En Europa, sin embargo, su popularización no se produce hasta finales del siglo XVIII y especialmente durante el XIX cuando algunos centros textiles fundamental, aunque no exclusivamente británicos, lo incorporan a las decoraciones en la fabricación de chales, adaptando composiciones y colores al gusto europeo. De entre todos estos centros destacó la ciudad de Paisley en Escocia, hasta el punto de dar nombre al estilo.
Como puede observarse en otros platos de la colección, la utilización de prendas textiles y motivos orientales como fuente de inspiración en las decoraciones cerámicas es habitual entre las pintoras de Manises. Sin embargo, pocos de ellos alcanzan la elegancia que trasmite esta pieza. Seguramente contribuye a ello tanto la original adaptación de las características formas hindúes como la manera en la que éstas se componen. Su posición ligeramente inclinada y con el borde superior adaptándose al contorno del plato, junto con la sencilla guirnalda azul de campanillas y círculos que enlaza de manera sinuosa los tres ramos de flores, proporciona a la composición una sugerente movilidad, de tal manera que toda ella parece girar en torno a su eje.