Esta pieza presenta numerosos paralelismos con la número CE2002/7/03. Como en ella, la decoración pintada que cubre su interior utiliza un motivo vegetal en el centro de la composición y alterna a lo largo del ala y la pared motivos de pañoletas bordadas con flores con otros de árboles encerrados en arcos azules realizados con esponjilla y flanqueados por largas hojas, al tiempo que se rellenan con puntos azules en relieve todos los espacios vacíos excepto el centro del plato en donde sobre el fondo blanco se resalta el motivo central. Varían, en cambio, dicho motivo que aquí es un ramito con una margarita amarilla entre hojas verdes y finos tallos morados, el número de elementos que integran la composición, cuatro pañoletas y cuatro árboles en vez de tres y la tipología de éstos últimos, que en este caso parecen árboles de ribera, de largo tronco anaranjado y finas ramas que arrancan a intervalos regulares desde su base y concentran el follaje en los extremos.
La tonalidad del plato también es diferente, predominando ahora junto con el amarillo de las pañoletas el azul de los arcos y del punteado de fondo, mientras que está casi ausente el morado que junto al verde y el amarillo eran los colores predominantes en aquel.
Como se puede ver a través del estudio de otros platos que componen la colección de lozas del legado Sáez Martín, la representación de prendas textiles en las composiciones decorativas de las piezas cerámicas de Manises como las pañoletas que decoran el contorno de este plato y el del número CE2002/7/03 es algo frecuente y no se circunscribe únicamente a los "platos de demaná", en donde su presencia es más evidente al formar parte, junto a joyas y otros aderezos, de los complementos que integran el atuendo típico de valenciana y su ajuar de novia. Además, constituyen una prueba más de la capacidad que tienen las pintoras de Manises para integrar con naturalidad en sus decoraciones una gran variedad de elementos cotidianos tomados de la realidad que las rodea.